miércoles, 11 de febrero de 2009

FEBRERO DERIVADO


Ahuyentaban los vientos a las ramas, las hojas secas, pronunciaban su destierro. Ese árbol de palta conocía más que yo en la vida y aquella ventana de madera simple me encerraba cúbicamente en las afueras del campo; me montaba en la pirca, cruzaba las acequias, subir y subir, como cuestan los caminos, cuando están por concluir.
Esa noche fue difícil pegar los ojos y de hablar muy poco.- (¡Leche! que mañana para ser tan fría, oscura y aun soñolienta). Ordeñar a mamico, vaca madura y vieja; cuanto me enseñó sus ubres encogidas, su piel manchada en blanco y negro, me transportaba a las imágenes de las que tanto hablaban mis primas de lima, aquella cosa cuadrada mágica con personas dentro, pero no viene al caso hablar tanto, no había porque extrañarla, en posición sonámbula mis manos la buscaban, las madrugadas de las 5 am son testigo, así me dirigía a vista alegre de quebradas tristes y muy angostas…
Mire a mi hermanita tendida de sueño y le dije:
_ ¡Chelita! despierta, ya es hora; ¡vamos levántate!... me estás escuchando.
_ Ay mally ¡solo un poco más! ... parece que no hubiese dormido, voy a mojarme en el puquio, cargaré los galones y la manta. A decir verdad hace demasiado frió para ser Huánuco y ¿febrero?
_ Tú sabes, todos los días no son iguales y aunque lo fueran, seguiremos andando, aunque el frio siga siendo frio y el amanecer aun siga oscuro.

_ Mally, ¡escucha!, es el tucutucu tuc tucú--.
_ shuu shuu…no hagas bulla es mal agüero, está cerca de las gallinas espero pensar que solo quiere provocarlas, no desearía que suceda…
_ ¿Suceder que?
_ Nada chelita, no pasara nada, mientras estemos juntas.
_Tengo mucho miedo, aun sigue oscuro y no amanece, ahora el tucu nos atrapa con su chillido…No quiero avanzar, regresemos.
_Cheli, solamente es un ave pequeña, llena de plumas, con cara de alienígena, ojos de gato, es horrible ya! … (Me tiritaba de miedo)
_ waaahh waaahh eres mala melly.
_ Pe,pe,pe, pero todos están bien en casa, pronto mamá estará pelando las papas para el caldo verde, papá desatando las mulas, el corta monte en el tío simón, no tienes alegrías por las que esperar.


Deja llorar, sino es durmiendo, quejándote, crees que todos es fácil, hay que ser fuertes.

_ wah wah wah ... Tú eres más grande, yo solo tengo 9 años, pienso en reír, jugar y jugar, en el pishtaco también tengo miedos.
_No tenemos mucha diferencia solo son tres años, andamos siempre, siento lo mismo que tú, pero se obedecer … mis obligacioneeees … chel, chelli, chelita... ¿viste?
_ ¿Ver qué?...
_ ummmh … eh eh. Tienes razón vamos a casa, siento náuseas, mi estómago…si mi estómago.
_ ¿Qué pasa?, algo te hizo daño.
_ No… si, debe ser el frio, corre que te atrapo – agregué para distraerla.
_ Que raro, no amanece, mally, ¿eran las 5 a.m.? – me decía mientras bajábamos saltando.
_ Sííííí … bueno desperté como todas las mañanas, mi reloj intuitivo no me falla – ya casi sin aire le respondí.
_ Mejorrrr… vamos al cuarto de Manuel, él tiene un reloj de pulsera – me contesto desde el patio de la casa.

Llegamos a carreras, escapando de nuestros presentimientos chelita quería entrar a cualquier habitación, de miedo solo quería estar en un lugar protegida, la seguí y su rostro de niña buena apareció en mis ojos como un ogro con cerquillo.

_ ¡Son las 2:30 a.m.!...después de todas tus quejas, tus reclamos, tu obligación sin descanso… ahí está tu responsabilidad.
_ Yo pensé, pensé que era la hora…de las cinco am
_ No digas nada mally
_ Volví a mi cama , no podía pegar los ojos desde que los abrí ,mis tejas ,mi ventana ,nada podía devolverme el sueño… (Era … no era. Sí, mis ojos no podían fallarme, decírselo la hubiese matado, era mi madre con un blanco luminoso, desvaneció… no, no quiero pensar, no puedo ni imaginarlo).

Dormí a la mala, mas por el grito que de sueño, chelita estaba tiesa. Todo era silencio , incluso antes de las cinco, me dije ya es hora, mejor la dejo dormir, sacar la leche es mejor idea que pensar en tonterías.


Me agache a recoger los galones y unos ojos aparecieron al momento de dar mi primer paso, mi perro caporal, me siguió no sé si de bueno o de fiel acompañante. En tanto subía sin noción, al llegar respiré, vi lo hermoso que era león pampa, mas parecía una colina encantada que rebaño para vacas, y … ¿y mi vaca no estaba?, la soga estaba suelta, la llame y nada, no alcanzaba a verla ,gritaba: Mamico…mamicoo, lo único que me respondía eran las “o” como eco, no estaba esperando un mu mu como respuesta pero tenía que encontrarla.

Ummfff … la señorita estaba en una quebrada, le quería dar de nalgadas, el susto que me había pegado ,la lleve hasta la pampa y sin reposo me entretuve en sus ubres ,mis manos, mis ojos se clavaron en mamico, tome la nata caliente, llene los galones y sobre mi espalda me dispuse a caminar. No pensé en nada, baje a carreras, me detuve en las quebradas peligrosas esta vez cargue por dos, así que tenía que llegar completita.

_ ¡Despierta Chelita!...vamos a dejar los pedidos, ya están cargados los galones – le dije a mi hermanita.
_ Yo te alcanzo… ve bajando por el lindero.
_ Mientras bajaba por la quebrada de shawinto racra, oí a mi hermana:
¡Mallyyyyy!
_ ¡Ráaaaapido!, le contesté, baja ya estamos con la hora, sabes que no podemos demorarnos, apura opa.

De pronto: Bum bum mmmmhh…bum…bum (temblor)
_ Quieta, no corras, ya va a pasar (Diosito ayúdanos),no corras, ¡cálmate!
_ Quiero ir a casa, mamita, quiero a mi mamá.
(Es fuerte…pasa, pasa por favor), ya está pasando...(otra vez, no). ¿Paro?
Corrimos a casa dejando la leche fresca de mamico en la carretera, ambas éramos infantiles… (Tuvimos miedo). Todos caminaban con los ojos en los pies tratando de llegar a donde dolor los llamaba. Nos aproximábamos y ya, se oían sollozos desesperados, pujantes y quemantes… No quise dar un paso más; en mí, embargo el frió, la incertidumbre…Avance por impulso, chelita ni se lo imaginaba; solo alcance a escuchar clemencias, y por más que atinaba, algo me detenía… de pronto gire a mis lados, chelita , no estaba…

Sólo escuche un grito que salió de su estómago vació y parece que ella misma se hubiese tragado, no oí más.
Corrí lo mas que pude (no podía ser…no). Un abrazo vino hacia mi pecho, y confirmo aquella intuición que me había distraído desde la madrugada, tío Antuco dije en voz baja y lo apreté fuerte.
_ ¡sobrina mally espera! — Me dijo el tío.
Tío , tío , tío – Me desperté diciendo el nombre del primo hermano de mi madre, que será del tío Antuco. Me asomé a la ventana, estaba por San Rafael eran las 5.13 am. Calculaba estar en Ambo a las 6.30 am.
Baje del bus León de Huánuco, caminé estirando los pies de cuadro en cuadro, que remarca la acera, estaba en la plaza de Ambo y sentada en la banca con mis maletas, la encontré con el mismo rostro de siempre, tierno y paciente como el de una madre, estando en frente de ella, cumplí la promesa de volver a pisar la tierra amarilla, me persigne en la puerta de la iglesia barroca “Virgen del Carmen” y me fui más tranquila, caminé por la calle tramposa, así la llamamos cuando no queremos ser vistos, está llena de atajos, salí al jr.28 julio y llegué al puente que cruzaba el Huallaga pero preferí pasar por el barquito, así que caminé por la carretera y me detuve cuando vi el progreso, mi pueblo algo nuevo tenía un puente colgante, puse el pie derecho y este era más firme que el de Tomayquichua.
Pude divisar mi casa a lo lejos, nadie esperaba mi llegada, era mejor así, desde que partí a la ciudad a buscar futuro y dejar atrás todo el drama en que se había convertido mi infancia. Nadie recordaba mi rostro, en mi pueblo a todos saludamos, entre paisanos y visitantes, hasta a las gallinas, mi madre decía: “Saluda siempre a las personas, es de buena educación y si no te responde, no te preocupes, ese saludo se va para nuestro señor, ay! ninanchos maleducados, saluden”…
Nuevamente me encontraba en el patio de antaño, cerré los ojos, respiré la hierba fresca, el leño humeante, dije en voz alta: yuhuuu… Hay alguien en casa, estaba muy feliz tenía muchos motivos de a ver retornado por más de veinte años, ver a mi padre como un viejo roble con el rostro triste y pequeño, a la mujer y mis hermanos que no conocía hasta entonces. Mi casa había cambiado.
De pronto fui a la espalda de mi cocina, al puquio donde nos bañábamos yo y mis siete hermanos, luego éramos una especie de masas regadas en el pasto esperando a que el sol nos calentara la tarde dura y agotadora. Al salir tropecé con la roca inmovible, grande, grotesca, verde azulada era mágica perderse en su belleza, esa roca era mi abuela Nicolasa, ahí mi mamá la había observado después de muerta. Todos siempre caminábamos con cuidado sin pisarla, ni saltar. Y recuerdo que una vez encontré a mi hermano Daniel hablando con la piedra, porque mi papá le había pegado en las manos,con la soga que ataba las mulas, fue tan fuerte el golpe que no podía ni comer el pobre y todo por haberse robado los cuyes y venderlos a un tío de por ahí, creo que nadie quería hablarle después de tremenda travesura.
De mi habitación compartida sólo estaba una cama y mi foto cuando salí de Reyna en el día de la primavera, la calamina empezó vibrar por la lluvia ¿mis maletas?, las había dejado en el patio, fui por ella, la lleve al cuarto, desempaque la ropa y me recosté en la cama, mire el techo y me perdí en segundos, volteé la mirada a ver esa luz que me empañaba y me cegaba y poco a poco quede dormida.
_Mamá… mamáaaa – me desperté de un salto.
_ Hija, mi mally. En cuanto supe que habías venido caminé lo más rápido que pude, ya esta pierna no me responde, pero tu tio Antuco me dio la noticia y deje el pico y las palas en la tierra de san Andrés – era mi padre.
_ Papacito lo bese fuerte. ¡Antuco! … ¿Aún está vivo?
_ Si hija a punta de guarapo y picchando coca.
_ Ya regreso papacito – Le dije, mientras volví a la cocina que ya no lo era, sino un cuarto lleno de papa, maíz y semillas.
Me fui a buscar al tío, se me había metido en la mente, deje a mi padre por verle, baje por las quebradas y todo a la memoria retorno, no había sido el sueño era mi mente.
Ahí estaba sentado debajo del molle mirando la carretera y lo hermoso que es este caserío, muy callado, viejo, lleno de secretos y consuelo. Siempre bebiendo mi tío, por eso lo dejo su mujer. — tío Antuco me recuerda, no voltio a mirarme pensé que la coca lo había dejado tieso.
_ Mally, sobrina pensé que nunca más volverías — me decía mi tío antuco mientras me servía un vaso de la chicha.
_ No puedo tío esas imágenes se encarnan y toman vida, mi memoria se quedo aquí, todo es cíclico, no puedo olvidar. — le respondí mientras saboreaba la caña.
_ Yo también la recuerdo cuando estoy solo, ahora ni el perro me ladra.
_ Esa vez no quise verla tuve miedo, aquel muro se había llevado a mi madre. La naturaleza lo sabía, me había incitado en su más perfecto lenguaje y mi Dios no quiso advertírmelo, ella, hablaba mucho con él, seguramente le pidió que guardará silencio.
_ El silencio a veces dice mucho o habla poco — Me lo decía mientras servía más guarapo.

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14/02/1970

2 comentarios:

  1. DEDICATORIA: PARA DIFI,NUNCA VIMOS TU ROSTRO PERO TE SENTIMOS CON LOS OJOS DEL ALMA.TU NIETA

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